

El saldo de víctimas fatales tras la imponente explosión ocurrida ayer en la tarde en la zona portuaria de Beirut continúa en ascenso. Mientras en las horas posteriores se hablaba de 10 decesos, hacia la noche de Argentina ya se habían confirmado 50.
Esta mañana, la cifra de muertes ya había alcanzado a un centenar de libaneses, y las autoridades esperan que continúe subiendo.
Hasta el momento, no se han brindado demasiados detalles sobre el incidente. Por lo que se sabe, se incendió una bodega que almacenaba material altamente explosivo, provocando la detonación más potente que se ha registrado en años en la capital de Líbano.
Michael Aoun, el presidente del país de medio oriente, comunicó que un gran cargamento de nitrato de amonio había sido almacenado sin medidas de seguridad. Se trata de un producto que se utiliza en fertilizantes y bombas. “Es inaceptable”, exclamó el mandatario.
En la jornada de ayer, Aoun convocó a una reunión de emergencia del gabinete.
“Estamos decididos a seguir adelante con las investigaciones para exponer las circunstancias de lo ocurrido lo antes posible, para hacer que los responsables y los negligentes rindan cuentas y sancionarlos con el castigo más severo”, manifestó el presidente Aoun tras el encuentro.
“Es inaceptable que un cargamento de amonio estimado en 2.750 toneladas esté seis años en un almacén sin medidas preventivas de ningún tipo”, había denunciado horas antes el primer ministro, Hasán Diab. El funcionario también pidió “las mayores penas” para los culpables.
Si bien las autoridades no dijeron qué fue lo que ocasionó el incendio inicial, desde medios locales trascendió que se habría iniciado por trabajos de soldadura que se estaban realizando en el almacén.
Por otro lado, los daños materiales ocasionados se estiman en miles de millones de dólares. El alcalde de Beirut, Jamal Itani, expresó en declaraciones a Reuters: “es como una zona de guerra, no tengo palabras”. Además añadió que lo ocurrido “es una catástrofe para Beirut y el Líbano”.
El jefe de la Cruz Roja del Líbano, George Kettani, fue quien afirmó que al menos 100 personas murieron en la zona. “Todavía estamos barriendo la zona, podría haber más víctimas”, aclaró.