Hace instantes cedió repentinamente un árbol ubicado en la vereda de la calle 43 entre 4 y 5. Afortunadamente no hubo que lamentar heridos.

Alrededor de las 11:30 de la mañana de hoy los frentistas de la zona se alarmaron por un extraño estruendo en la vía pública y salieron para saber qué había pasado. Grande fue la sorpresa que se llevaron cuando observaron que, en lugar de un choque o algún siniestro de tránsito, lo que generó el impacto fue uno de los árboles de la vereda que se desplomó.

Por mera casualidad ninguna persona transitaba la zona en ese momento, por lo cual el insólito accidente no desencadenó una situación de gravedad, aunque sí le provocó destrozos a un automóvil Volskwagen Vento color gris que se encontraba estacionado en el lugar.

Lo curioso es que no se han percibido condiciones climáticas hostiles como para propiciar la caída, sino que este árbol de al menos cuatro metros sólo se desplomó “de golpe”. De más está aclarar que un golpe de ese tronco o de las ramas pudo haber resultado en heridas graves o la muerte de algún transeúnte.

Hace poco más de una semana un poste cayó en las cercanías del Hospital Gutiérrez causándole la muerte a Mario Valencia Salinas, un ginecólogo de 62 años que trabajaba en el establecimiento.

Y lo cierto es que la caída de postes y árboles en el espacio público no son ninguna novedad, lo cual debería encender las alarmas en el Municipio. La precaria situación de estos habituales actores del escenario urbano es un peligro potencial para los vecinos, que hoy tuvieron la suerte de no transitar la vereda en el momento del accidente.

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