

Por: info30.net
La Ruta 2 volvió a ser escenario de una protesta vecinal que apunta contra el avance de dos plantas termoeléctricas proyectadas en el kilómetro 49, frente al Autódromo Roberto Mouras. El corte, impulsado por vecinos autoconvocados de Abasto, El Peligro, Las Golondrinas y Las Casuarinas, coincidió con el inicio del éxodo turístico por Semana Santa, lo que potenció su visibilidad.
El reclamo no es nuevo, pero sí urgente. Este lunes el Concejo Deliberante de Brandsen podría dar el primer visto bueno al emprendimiento energético. De concretarse, el expediente pasaría a la provincia para el cambio de uso del suelo. La cercanía de las centrales con zonas habitadas, una escuela rural y el cinturón frutihortícola platense encendió las alarmas.
Las termoeléctricas funcionan quemando combustibles fósiles —generalmente gas o gasoil—, lo que genera emisiones de dióxido de carbono (CO₂), óxidos de nitrógeno (NOx) y material particulado, todos perjudiciales para la salud humana y el ambiente. Además, los vecinos denuncian que estas plantas consumirían volúmenes significativos del acuífero Puelche, una reserva de agua clave para la región.
Frente a este escenario, organizaciones socioambientales proponen avanzar hacia un modelo energético descentralizado, con foco en fuentes limpias como la solar o la eólica. “El desarrollo no puede darse a espaldas de quienes habitan el territorio”, afirman.
Concejales del bloque UCR + Pro en La Plata presentaron pedidos de informes, y referentes locales como Lorena Prieto se sumaron al reclamo: “No podemos cambiar salud por megavatios”, dijo. La discusión no es solo técnica, es política: ¿quién decide qué se instala, dónde y con qué consecuencias?