

Por: info30.net
Tras casi 75 años de historia, el gobierno nacional oficializó el cierre definitivo de las Unidades Turísticas de Chapadmalal y Embalse, dos íconos del turismo social argentino. A través de una carta enviada por el secretario de Turismo, Daniel Scioli, al titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), se habilitó su venta bajo el argumento de “emergencia pública”.
Los complejos, creados durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón y construidos por la Fundación Eva Perón, fueron concebidos para garantizar el derecho al descanso a trabajadores, jubilados, niños y personas con discapacidad. Se trataba de una política pionera de justicia social, que democratizó el acceso al turismo en una época en la que solo estaba reservado a las clases altas.
Las unidades cuentan con más de 7.000 plazas entre hoteles, bungalows y casas, ubicadas en entornos privilegiados: Chapadmalal, sobre la costa atlántica a metros del mar; y Embalse, frente al lago cordobés y rodeado por sierras. Declaradas Monumento Histórico Nacional en 2013, fueron refaccionadas durante la última gestión con una inversión de 7.000 millones de pesos.
El gobierno justifica el cierre con informes internos y supuestos planteos de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (FEHGRA), aunque la entidad desmintió haber solicitado su clausura. Diversas voces advierten que detrás de la medida hay un intento de privatización encubierta, ya que los terrenos tienen alto valor inmobiliario. Además, se confirmó que todo será vendido, menos la residencia presidencial ubicada en Chapadmalal.
La medida generó fuertes críticas desde sectores políticos y sociales. “Las unidades de Chapadmalal y Embalse son patrimonio histórico y emocional de los argentinos. Cerrarlas es una burrada”, declaró el ex ministro Matías Lammens. Por su parte, desde la CTA denunciaron que “es como si hubieran tirado una bomba atómica: de un saque arrasaron con todo”.