Por: Info360.net

La Ciudad de Buenos Aires y los alrededores del Congreso Nacional amanecieron cubiertos de afiches que colocaron a dos figuras del oficialismo libertario en el centro del debate político. Por un lado, los carteles que proponen una fórmula legislativa compuesta por Karina Milei y Manuel Adorni, bajo el lema “Hacer la Ciudad grande otra vez”, encendieron las alarmas en el PRO, al visibilizar la intención del oficialismo de disputarles el control de la capital. Desde Casa Rosada, sin embargo, negaron cualquier vínculo con la campaña, calificándola como una acción no oficial.

Simultáneamente, en el Congreso aparecieron afiches que promueven la figura de la vicepresidenta Victoria Villarruel, con el lema “Victoria conducción”. Estas pegatinas, que incluyen referencias a íconos históricos como Perón y San Martín, generaron una reacción inmediata del entorno de Villarruel, que se desligó categóricamente. “Nunca haríamos algo así”, afirmaron, sugiriendo que podrían ser maniobras para obstaculizar el reciente intento de reconciliación entre la vicepresidenta y el presidente Milei.

Ambos casos reflejan cómo las viejas estrategias de afichaje callejero siguen generando impacto político en plena era digital, avivando tensiones internas y externas en la coalición gobernante. Mientras las desmentidas oficiales no tardaron en llegar, las especulaciones sobre los verdaderos responsables de estas campañas continúan sumando interrogantes a un escenario ya complejo.