Por: Info 360

En un episodio que generó conmoción en La Plata, un joven que conducía bajo los efectos del alcohol chocó contra un poste de luz y posteriormente agredió a los agentes que acudieron a la escena. El incidente tuvo lugar en la madrugada del domingo en la intersección de las calles 19 y 38, frente a Plaza Güemes, y terminó con el conductor identificado como un policía en servicio en Berisso.

Según informaron fuentes policiales, el hombre, de 22 años, perdió el control de su vehículo Ford Fiesta, impactando primero contra un cantero y luego contra un poste de luminaria. Al llegar al lugar, los agentes de la comisaría Cuarta encontraron al joven en estado de ebriedad y comportándose de manera violenta con el personal de la Guardia Urbana de la Municipalidad, quienes habían acudido para brindar asistencia.

Al intentar dialogar con él, los agentes fueron recibidos con agresiones físicas, lo que llevó a su inmediata aprehensión. Una vez trasladado a la comisaría cuarta de La Plata y registrado sus datos, se descubrió que el agresor era un oficial de la policía que prestaba servicios en el Destacamento Villa Progreso de Berisso.

La situación se complicó aún más cuando se le realizó el test de alcoholemia, que arrojó un resultado de 1,5 g/l de alcohol en sangre, muy por encima del límite legal permitido. Este resultado confirmó que el conductor estaba altamente intoxicado al momento del accidente.

El Ford Fiesta del oficial terminó severamente dañado tras el impacto contra el poste de luz, y el incidente dejó a la comunidad perpleja, dada la implicación de un miembro de las fuerzas de seguridad en un acto tan irresponsable. Las autoridades abrieron una causa por "daños, atentado y resistencia a la autoridad", y aunque el imputado fue liberado por la UFI en turno, la investigación sigue en curso para determinar si hubo otros factores que contribuyeron al accidente.

Este caso resalta la necesidad de controles más estrictos y una mayor responsabilidad por parte de todos los conductores, incluidos aquellos que están encargados de velar por la seguridad pública. La comunidad espera que se tomen las medidas necesarias para evitar que incidentes como este se repitan y para mantener la confianza en las fuerzas de seguridad.

El desafortunado evento es un recordatorio de los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol y de la importancia de la conducta profesional y ejemplar de los miembros de las fuerzas de seguridad.