viernes 19 de abril de 2024
- Edición Nº1962

Sociales | 1 jun 2023

ENTREVISTA

Políticas públicas, militancia y solidaridad: los comedores como sostén del tejido social

Dialogamos con la coordinadora de 24 comedores platenses sobre la importancia de estos espacios para las familias más vulnerables, el aporte estatal, la dedicación de los que trabajan y el apoyo comunitario.


Por: Ezequiel Ian Pérez

La crisis de principios de siglo dejó en nuestro país huellas imborrables en el dominio político, en el cultural y en la propia estructura socioeconómica. Más allá de trayectos de mayor desarrollo y redistribución de la riqueza, muchos de estos rasgos han persistido a lo largo de estos más de 20 años; y en los últimos años se van agudizando.

Esto ha ido dando lugar a diferentes actores y dispositivos sociales que, si bien surgieron al calor de una necesidad coyuntural, con el tiempo se fueron sedimentando en el cotidiano de la sociedad.

Cooperativas de trabajo, fábricas recuperadas o comedores pueden dar fe de una época donde el colectivo social debió inaugurar respuestas a una pobreza que creció vertiginosamente en el último cuarto del siglo pasado para consolidarse como estructural en el primer cuarto del siglo corriente.

Desde Info360.net entrevistamos a Iris Barrios, coordinadora de más de una veintena de comedores y merenderos de la ciudad de La Plata, llevados adelante por el Centro de Estudios para la Autogestión de la Economía (CEAE) como una de las dimensiones desde las cuales se trabaja para el desarrollo social.

La trayectoria, la realidad y las dimensiones de un trabajo cotidiano que sostiene a miles de familias en nuestro país, amortiguando las necesidades más urgentes y buscando promover salidas.

[Entrevista]

-Como para empezar a conocer tu labor ¿En cuántos comedores trabajas? ¿De qué regiones son?

-Mi labor en la organización es coordinar entre los comedores, la administración y el reparto de alimentos secos y frescos, para que llegue a destino a 24 comedores que funcionan alrededor de 14 delegaciones de la ciudad de La Plata.

Los espacios se distribuyen en las localidades de Melchor Romero, San Carlos, Los Hornos, Abasto, Villa Elvira, Arana, Altos de San Lorenzo, Arturo Seguí, Gorina, Hernández, Olmos, City Bell, Etcheverry, Villa Elisa y Tolosa.

-¿Desde cuándo funcionan aproximadamente y cómo se sostiene toda esa estructura?

-Los comedores dentro de la organización funcionan aproximadamente desde el año 2013.
En estos últimos años, tras la crisis económica que arrastró el Gobierno de Cambiemos, sumado a la tragedia de la pandemia y sus consecuencias, se acrecentó de una manera muy desmedida la asistencia en los comedores.

En los comedores por lo general trabajan personas ad honorem; y también compañeros y compañeras que cobran a través del programa Potenciar Trabajo. Cada espacio cuenta con alrededor de 6 personas diariamente.

Estos compañeros, a la vez, realizan microemprendimientos para generar un aporte económico para los comedores y a su vez poder sustentarnos de recursos. Más allá que se presentan notas a fábricas, instituciones, comercios, que quieran y que puedan donar, y eventualmente se cuenta con esa ayuda.

-¿Cómo fue evolucionando la asistencia de familias o la demanda en los últimos años, teniendo en cuenta las crisis económicas atravesadas en las últimas gestiones, la pandemia, etc?

-En la actualidad aproximadamente tenemos entre 70 y 40 familias por comedor. Contando que, hoy por hoy, no solo asistimos a los menores, sino que repartimos viandas a las familias completas. Esta modalidad se utilizó por razones de prevención y cuidado de salud durante la pandemia y finalmente quedó. Hasta la actualidad seguimos implementando el reparto de viandas.

-La semana pasada el presidente habló de las fábricas recuperadas y la economía popular como un fenómeno que “llegó para quedarse”. Quizás disruptor en algún momento histórico, pero que se ha ganado ya un lugar en el mapa de la economía nacional. ¿Consideras que con los comedores pasa algo similar?

-Podríamos pensar en la idea de las fábricas recuperadas que llegaron para quedarse, al igual que los comedores, al menos por el momento. Ante la tremenda crisis económica que padecemos, podrían permanecer por un largo tiempo, aunque en nuestro deseo de justicia social quisiéramos que cada familia de la Argentina pueda tener los recursos necesarios para alimentarse en sus hogares. Pero debido a la necesidad que nos acontece no podemos dejar de asistir a quienes hoy más lo necesitan.

Merienda durante el espacio de apoyo escolar.

-¿Observas que hay apoyo y políticas públicas que reconocen la labor de los comedores y la respaldan?

-Hoy en día el Estado implementa pequeñas políticas públicas que llegan a cubrir medianamente las necesidades en los comedores. En este Gobierno se nota más la presencia del Estado, aunque en definitiva el buen manejo de los recursos depende de la administración de las organizaciones y sus respectivos comedores.

-¿Cuál es la importancia del aporte comunitario o ciudadano para estos espacios?

-Realmente el aporte comunitario en la actualidad es esencial, porque con esa participación comunitaria logramos contener, a miles de chicos y chicas que viven en los barrios vulnerables y sus oportunidades son escasas.

-¿Se realizan otro tipo de actividades o se brinda otro tipo de ayuda en los comedores donde trabajas?

-Mediante nuestra participación territorial en los barrios, desde los espacios y comedores comunitarios, trabajamos con otras temáticas, como por ejemplo el apoyo escolar; sostenimiento de bibliotecas; talleres de guitarra; emprendimientos laborales, textiles, de panificados.

También trabajamos con educación primaria para adultos y secundarias para adultos en el marco de lo que es el Plan Fines. Y, por último, articulamos con el centro de formación laboral CFL 414 con el objetivo de facilitar herramientas a la gente que asiste que le permita tener más oportunidades en el mercado laboral.
 

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