viernes 29 de marzo de 2024
- Edición Nº1941

Política | 29 jun 2020

Los subsidios y subvenciones


Bien sabemos las duras críticas que ha recibido desde hace varios años el término “subsidio”, tal es así que gracias a economistas de libro, idealistas del justo mercado y ´comunicadores´ acomodados por un establishment invisible (aunque tenga nombre, cuerpo y cara) pero que hacen su llegada a través de los mensajes de éstos,  sus ‘pollos’; lograron construir la connotación negativa de éstapalabra, distorsionando su verdadero significado y su destino netamente social. 

Por Gerónimo Rivera Cano

Denostándola aún más  haciendo énfasis en su finalidad social, que en la jerga de acción política, se podría decir que toma el nombre de “plan”. Y así, estos pseudocomunicadores, estigmatizan a un grupo apodándolo de “planeros”. 

Ya no denostando a la palabra en sí, sino haciéndola carne en un sector (mayoritario) de nuestro tejido social que, por supuesto, tiene voto; pero pocas veces tiene voz.  

Sabiendo entonces que la denominación de quien se beneficia o subsiste gracias a esta ayuda estatal o “plan” es peyorativamente llamado como “Planero”, se puedeprofundizar aun más en el meollo de la cuestión: El planero es aquel que se beneficia del estado de bienestar. 

Teniendo en cuenta que el estado de bienestar llega a todos los estratos sociales existentes, incluso al grupo que más riqueza concentra (No está demás aclarar que es un puñadito social, serán apenas 100 familias como mucho) vale preguntarse dos cuestiones:

En primer lugar: ¿Quiénes son los planeros? ¿Son o somostodos planeros?, y de serlo, ¿Qué problema habría?, ¿Por qué siempre jugamos con el binarismo de crear un “ellos” y un “nosotros”? ¿Habrá alguien beneficiándose en esta partida? ¿Alguien así como un jugador exento del debate propuesto por los medios?

En segundo lugar: ¿solamente son emanados para el sector no privilegiado  por el sistema, o también se goza de subsidios en servicios esenciales, en empresas (hasta algunas que monopolizan factores productivos primarios y luego, por arte de magia, se declaran en concurso de acreedores), en gran parte del sector agro exportador, en grandes comercios multinacionales, en educación privada (tanto escolar como universitaria) y en salud, aquellos que son abanderados de la meritocracia y del famoso dicho “subsidio = vagancia”? 

Si hay algo de lo que aprendí y lo tomo como verdad es que las opiniones, pueden fallar; pero los datos (creyendo y asegurando que estos son puros) casi nunca fallan. Vayamos a ellos:

Más del 70% de las escuelas privadas del país reciben subsidios del Estado. Esa proporción crece si sólo se tiene en cuenta a las escuelas privadas de carácter confesional y desciende si se analiza a los colegios laicos. La totalidad de estos fondos están destinados al pago de salarios docentes y, en algunas provincias, las transferencias a los colegios privados llegan a representar el 20% del gasto total educativo del distrito. Así el gobierno se aseguraba de que nadie más “caiga” en la educación pública…  [2015]

Sembrar la tierra, es servir a la patria:

Gracias al “Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos”, el sector agroalimentario, aumentó de 3 millones a 1.217,9 millones de pesos, un 40.143 por ciento. Las transferencias para gastos corrientes fueron de 135.983,6 millones, con un incremento del 16 por ciento, en tanto que las destinadas a financiar gastos de capital alcanzaron a 23.663,7 (+ 24 por ciento), lo que conformó un total de 158.647,3 millones (+ 17 por ciento). [2015]


Aunque en 2019 las tarifas no dejaban de subir y el estado militante del libre mercado parecía haber llegado, el 40% de la población creía que el estado nacional había dejado de subvencionar a las empresas de energía(segun Energy Consilium,), sin embargo los datos dados por el ex ministro de la era Macri, José Aranguren, demostraban que el estado subsidiaba en ese momento el 40% de las facturas de Luz y el 35% de las facturas de Gas hogareño. [2019] 

La libertad de volar:

La controversial primera low cost en el país,para radicarse como centro de operaciones y distribución (HUB) en el aeropuerto Ambrosio Taravella, en Córdoba, obtuvo beneficios impositivos y laborales de esa provincia. Los beneficios constaban de pagar la mitad de la alícuota de Ingresos Brutos sobre la tasa de aviación durante dos años y el 75 por ciento los tres años siguientes. Además, la provincia abonó 4000 pesos por única vez por cada puesto y un aporte de 20 por ciento del sueldo básico por dos años.[2018]

Por último, la controversia del momento:

Durante la gestión de Cambiemos el Banco Nación le otorgó préstamos por $18.700 millones a la firma agroindustrial Vicentin, que se declaró en “estrés financiero” el 5 de diciembre pasado, sin que hasta el momento la empresa haya presentado propuesta de pago alguna. Actualmente, la compañía tiene una deuda total superior a los u$s1.000 millones, de los cuales u$s350 millones está contraída con productores, acopios y cooperativas por la compra de materia prima. [2020]

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