La Cámara de Apelación en lo criminal de Puerto Madryn ratificó una condena que se encontraba en suspenso por el aberrante caso de abuso de un niño en la localidad de Chubut. El testimonio de la víctima en cámara Gesell involucra, además, a distintas personas de la comunidad.

En el día de ayer, miércoles 2 de octubre, la cámara Penal de la Ciudad cabecera del departamento de Biedma confirmó de manera unánime el fallo emitido en el mes de mayo por los jueces Marcela Pérez, Marcelo Orlando y Flavia Trincheri. El juicio duró más de un mes y contó con más de 50 testigos que declararon en 9 audiencias.

La madre del menor, Bárbara de Cristófano, deberá enfrentar 16 años de prisión, mientras que su pareja, Julián Morón, fue condenado a 14 años por el delito de abuso sexual infantil gravemente ultrajante por el vínculo. Ambos se encontraban en libertad esperando por la resolución ante la apelación de la sentencia.

Los hechos juzgados tuvieron lugar en el lapso comprendido entre los 5 y los 9 años de edad del niño. La primera denuncia data del año 2016, pero fue desestimada por los fiscales por falta de pruebas y la sospecha de que se trataba de que había sido inducida por el padre luego de analizar el relato y el vocabulario de la víctima. A pesar de esto, su progenitor se mantuvo como querellante hasta que finalmente encontraron culpables a Cristófano y Morón.

Según el hombre, su hijo se quebró en medio de una cena familiar y le contó lo que le había sucedido. Mencionó que en un principio los perpetradores del abuso habían sido su madre y la pareja, pero que luego sufrió situaciones similares con distintas personas de la comunidad donde viven.

Puerto Pirámides es una localidad ubicada a 95 kilómetros de Puerto Madryn en el Golfo Nuevo de la Península de Valdés, cuya población ronda alrededor de los 600 habitantes. Al tratarse de un asentamiento tan pequeño, el hecho conmocionó al pueblo por completo y dividió aguas entre los vecinos.

Tanto es así que durante el día de ayer, muchos se acercaron hasta las inmediaciones de la Cámara Penal a esperar por la resolución. Los condenados fueron apoyados por un grupo de familiares y amigos que acusan un relato inducido en el marco de una separación traumática. El padre, además de sus allegados, contó con el soporte de la organización Adultos por los Derechos de la Infancia y la Red Madres Víctimas de Trata.