El Estado más preponderante de la costa este de los Estados Unidos exhibe su colapso al comenzar a enterrar a los fallecidos que no son reclamados en pozos comunes realizados en la Isla de Hart, ubicada en el extremo noroeste de la ciudad homónima.

Por Ezequiel Ian Pérez.

Las autoridades de Nueva York confirmaron recientemente lo que hace días venía siendo sondeado por ciudadanos, e incluso registrado con grabaciones a través de drones: se están enterrando cadáveres no reclamados por familiares en un lapso de 14 días posterior al deceso.

La aterradora Isla de Hart ha sido históricamente sitio de entierro de cuerpos que no fueran solicitados por familia, y se calcula que yacen allí cerca de un millón de muertos. Funciona como cementerio público hace más de 150 años, y en el pasado tuvo otro tipo de funciones igualmente estremecedoras.

Si bien las imágenes de máquinas excavadoras realizando amplias fosas y de presos vestidos de blanco acumulando cajones funerarios uno encima del otro se fueron difundiendo durante la semana, no fue hasta este viernes que las autoridades admitieron los entierros masivos.

“Las imágenes de nuestros compañeros neoyorquinos siendo enterrados en la Isla de Hart son devastadoras para todos”, indicó el Alcalde Bill de Blasio en sus redes sociales, y añadió: “Quiero asegurarme de que todos sepan lo que están viendo y lo que realmente está sucediendo. Recuerden que estos son seres humanos, son vecinos que hemos perdido”.

The pictures of our fellow New Yorkers being buried on Hart Island are devastating for all of us.

I want to make sure everyone knows what they’re seeing and what is actually happening on Hart Island.

Remember, these are human beings. These are neighbors we've lost.

— Mayor Bill de Blasio (@NYCMayor) April 10, 2020

Sin embargo, el funcionario no confirmó los rumores que se venían manejando: “No habrá entierros masivos en Hart Island. Todo será individual y cada cuerpo será tratado con dignidad”, aseguró.

La secretaria de prensa de la Alcaldía de Nueva York, Freddi Goldstein, señaló en diálogo con medios locales que “es probable que sea enterrada en la isla gente que haya muerto (por COVID-19) en los próximos días”. Además, agregó que debido al colapso que genera la pandemia en la ciudad, el tiempo para reclamar los cuerpos de los fallecidos antes de ser trasladados a Hart.

Goldstein también se encargó de aclarar que bajo el funcionamiento habitual del cementerio público, se espera por 1 o 2 meses a que allegados reclamen un cuerpo en la morgue y recién ahí se procede a enterrarlo en la isla. Pero la urgencia del nuevo coronavirus, que el jueves causó 799 fallecimientos, motivó la reducción del plazo.

Otra información que aportó para dar cuenta de la severidad del colapso es que antes de la pandemia, se enterraban 25 cuerpos por semana, mientras que en la actual coyuntura se están enterrando 25 por día.

El Estado de Nueva York presentaba hasta hace pocos días más de 7.000 muertes a causa del COVID-19, mientras que la cifra de infectados ascendía a 160.000, convirtiéndose en la cabecera del nuevo epicentro pandémico.

El célebre Central Park de la cosmopolita ciudad estadounidense fue utilizado para montar un hospital de campaña, destinado a fortalecer el sistema sanitario de la comuna. Unas 68 camas reforzarán la capacidad del Hospital Monte Sinaí Oeste, ubicado en las cercanías.

Pero el actual funcionamiento no es el único hecho que vuelve espeluznante a la Isla de Hart, ubicada al este del bronx.

Además de ser un cementerio desde 1869, supo ser campo de concentración para soldados confederados; alojó un manicomio aislado del continente; fue campo de cuarentena para pacientes de fiebre amarilla; también ofició de cárcel para soldados alemanes en la Segunda Guerra Mundial y como centro de rehabilitación de soldados con problemas de adicción a drogas.

También se enterraban allí, hace unas cuantas décadas, los cadáveres de enfermos de VIH, en una expresión de que la discriminación que conllevaba en su momento la enfermedad en Nueva York no terminaba ni siquiera en el momento de la muerte.

Con información de EFE y Agencia Télam.