Los indignantes comunicados, habitualmente pegados en ascensores o pasillos, han aparecido con frecuencia en los últimos días. ¿Aplaudirán al personal de salud a las 21 horas?

Mucho se ha hablado en las últimas semanas de que las situaciones de emergencia sacan lo mejor y lo peor de las personas, y así como se celebra la solidaridad y el apoyo desinteresado que muchos sectores de la sociedad ofrecen en ésta pandemia, también convivimos con todo tipo de miserables.

Entre los especuladores que remarcan precios aprovechando la cuarentena obligatoria y los que esconden mercadería para que el precio se eleve por la demanda, recientemente emergieron los que hostigan a los vecinos que trabajan en la salud por temor a que los contagien.

“Si sos médico, enfermero, farmacéutica, o te dedicas a la salud, andate del edificio porque nos vas a contagiar a todos HDP. Tus vecinos”, rezaba un mensaje en el ascensor de un edificio de Villa Crespo. Fernando Gaitán, un farmacéutico que vive allí, tomó una foto y escrachó a los residentes del complejo.

“Estoy terminando de tratar de entender lo sucedido. Cada vez hay más casos y me parece que se está yendo de las manos todo”, contó Gaitán en diálogo con C5n. De todas maneras, aclaró que entiende que pueden haber sido “2 o 3, o incluso 1” escudado en el anonimato, y agradeció el apoyo de la gente en general tras el exabrupto.

“Igual no estoy enojado con la situación. Estaba indignado en su momento, porque estaba muy cansado. Moralmente nos sentimos muy débiles, por falta de aspecto, por no poder estar con nadie o hacer las cosas que nos gustaba hacer. Extraño a mi familia y no los puedo ir a ver”, explicó el joven.

Días antes había trascendido el caso de una médica que había recibido una intimación por parte del consorcio del edificio de Belgrano donde vivía hace dos semanas, también a través de una carta pegada y firmada por los vecinos.

El texto le solicitaba “evitar el tránsito y la permanencia en zonas comunes” así como evitar “tocar picaportes, barandas de escalera o acceder a la terraza”. De lo contrario, le advirtieron, podría ser denunciada por violar el código penal.

La mujer, que se había ido de su casa hacia el departamento para poder cumplir con el aislamiento mientras prestaba servicio durante la pandemia, tomó la decisión de irse del lugar y radicar una denuncia por discriminación. Luego de investigar a los autores del hostigamiento, éstos podrían recibir sanciones económicas por su actitud.

Más allá de lo estrictamente legal, la actitud egoísta y miserable para con el personal de salud (quizás el valor más fundamental en una coyuntura como la que transitamos) indigna a la mayoría de los argentinos, que reconoce el gran esfuerzo que están realizando.