viernes 29 de marzo de 2024
- Edición Nº1941

Política | 23 nov 2019

El Senador José Alperovich fue denunciado por abuso sexual por una sobrina


La mujer, de 29 años, también escribió un descargo a modo de carta abierta donde contó las situaciones que habría sufrido a manos de su tío.

Una sobrina del ex gobernador de Tucumán José Alperovich presentó una denuncia en su contra por abuso sexual en los tribunales de la provincia y en la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), en Buenos Aires. Así lo confirmó Mariela Labozzeta, titular de la UFEM, y se debe a que los hechos denunciados ocurrieron tanto en Tucumán como en la Capital Federal.

El diario La Gaceta de la provincia norteña publicó el comunicado que la joven escribió exponiendo públicamente las situaciones de abuso que le imputa a Alperovich. La denunciante pidió ante la Justicia custodia policial y que se le niegue la salida del país mientras se desarrolla el juicio.

En su relato, la víctima aclaró: "No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirlas, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe".

Según puede leerse, los hechos ocurrieron recientemente. En la carta la mujer precisa: “fui violentada sexual, física y psicológicamente desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019 por José Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe”.

A continuación agregó que “el avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él".

Luego de describir explícitamente cuáles fueron los abusos, y que aunque se había negado su agresor nunca se detuvo, también denunció la complicidad de quienes trabajaban en las cercanías de la oficina.

Aseguró que "Era expresamente su voluntad. Yo no podía salir sola del encierro porque sabía que tras la primera puerta había caseros, y policías y custodios armados. Todos sabiendo lo que estaba pasando adentro y cuidando las fronteras de él". “Estaba completamente atrapada”, concluyó.

Mientras se espera por el inicio del proceso judicial, la víctima ya fue puesta bajo custodia por agentes policiales.

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