El dirigente social le elevó al presidente de la nación un plan de desarrollo productivo para implementar post pandemia. El “plan Marshall criollo” introduciría consorcios populares, disposición de tierra para agricultores y relocalizaciones demográficas para generar 4 millones de nuevos puestos laborales.

El dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), llevó a la residencia de Olivos un programa económico que tiene como fin el ambicioso objetivo de crear millones de puestos de trabajo y mejorar la calidad de vida para los sectores más empobrecidos de la sociedad.

Este “plan Marshall criollo”, tal como lo describió Grabois, fue denominado “Plan General San Martín” y recibido por el presidente en las últimas horas, que lo analizará junto a sus asesores.

Entre los horizontes trazados por esta iniciativa, se prevee la creación de cuatro millones de puestos de trabajo, la puesta en marcha de una redistribución poblacional, el mejoramiento de la infraestructura en barrios populares y la entrega de tierras a los pequeños agricultores. 

Según indica el documento entregado por Grabois a Alberto Fernández el pasado martes 12 de mayo, se estima que su implementación requeriría una inversión de $750.000 millones de pesos a lo largo de cuatro años.

En sus líneas, el documento plantea que el Estado descentralice la ejecución de pequeñas obras de desarrollo productivo en movimientos sociales, iglesias, organizaciones de la sociedad civil y municipios. A la vez, se impulsarían programas de formación de cooperativas.

La financiación se conseguiría a partir del ahorro que puede dejar la renegociación de la deuda externa y el reforzamiento de algunas gravaciones impositivas, más el eventual “aporte extraordinario a la riqueza”. Según contempla la planificación entregada, un tercio de lo invertido regresaría al Estado a raíz de la reactivación económica que generaría la inyección de capital en los sectores más vulnerables.

La propuesta se emplaza en el marco de una “grave” situación socioeconómica, profundizada por la pandemia, y establece sus fundamentos en dos artículos de la Constitución Nacional de 1949: uno que garantiza como un derecho el acceso al trabajo digno, y otro que propicia que “cada labriego o familia labriega” pueda ser “propietario de la tierra que cultiva”.

Juan Grabois aseguró, en diálogo con La Nación, que el plan fue elaborado por “los movimientos populares y un grupo importante de profesionales, técnicos y científicos”. Además, señaló que aparte de conversarlo durante una extensa reunión con Alberto Fernández, el  “Plan General San Martín” fue compartido con diferentes actores.

“Lo he conversado con sectores de la oposición, del mundo gremial y en general hay coincidencias. También tenemos charlas con el sector privado e incluso inversores extranjeros”, le confió el dirigente al medio de Capital Federal. A continuación, concluyó sentenciando que “De esto salimos con tierra, techo y trabajo, o el futuro va a ser muy difícil”.

Nota realizada con información de La Nación.