Por: Info360.net

A menos de una semana de las elecciones legislativas, el Gobierno nacional enfrenta una nueva tormenta interna tras la renuncia del canciller Gerardo Werthein. Aunque su salida estaba pactada para el lunes próximo, el funcionario decidió adelantarla, generando un fuerte malestar en la Casa Rosada y dejando en evidencia el delicado equilibrio político dentro del oficialismo.

La dimisión se produjo luego de una serie de desacuerdos entre Werthein y los principales asesores presidenciales. Según fuentes cercanas al Ejecutivo, la relación con Karina Milei se había deteriorado en los últimos meses, en parte por la influencia que la secretaria general ejerce sobre la agenda internacional del mandatario. El ministro, que había asumido tras la salida de Diana Mondino, habría manifestado su incomodidad ante lo que consideraba una “doble conducción” en la Cancillería.

El conflicto también alcanzó a Santiago Caputo, otro de los hombres de confianza del Presidente, con quien el ahora excanciller mantenía diferencias en torno al manejo de los vínculos con Estados Unidos y las gestiones de política exterior. La tensión escaló luego de que sectores cercanos a Caputo lo responsabilizaran por desencuentros ocurridos durante el último encuentro entre Javier Milei y Donald Trump.

La decisión de Werthein cayó como un balde de agua fría en un gabinete ya atravesado por rumores de cambios. El Presidente había planificado un relanzamiento de su gestión después de los comicios, pero la crisis obligó a adelantar los movimientos. Entre los nombres que suenan para ocupar la Cancillería figuran el actual jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor Santiago Caputo. También se mencionó al exdiputado Federico Pinedo, aunque por el momento no hay definiciones oficiales.

La salida del ministro de Relaciones Exteriores se suma a una lista de posibles reemplazos en otras áreas del Gobierno. Patricia Bullrich dejará Seguridad para retomar su carrera política, y Mariano Cúneo Libarona analiza su salida del Ministerio de Justicia. En paralelo, crecen las versiones sobre eventuales enroques entre Francos, Caputo y Federico Sturzenegger, quien aspira a un cargo más relevante en el gabinete económico.

En la Casa Rosada intentan mostrar calma, pero la renuncia de Werthein complicó el discurso de estabilidad que el oficialismo buscaba proyectar antes de las elecciones. Más allá de los movimientos de nombres, el episodio dejó en claro que las diferencias dentro del gobierno libertario atraviesan su momento más crítico desde el inicio de la gestión.