

Por: Info360.net
Walter Jesús Amador Molina, de 61 años, fue condenado en 2015 por violar a su hija adolescente, y acumulaba otras condenas por homicidio, robo y amenazas. A pesar de los informes técnicos en contra y de lo que indica la ley, este año una jueza mendocina le concedió salidas transitorias. Este sábado, Molina aprovechó esa libertad y asesinó a su pareja, Flora Inés Moyano, de 61 años.
La mujer había ido a encontrarse con él para poner fin a la relación. Luego del femicidio, el agresor regresó como si nada a la granja penal donde cumplía su condena. La policía encontró el cuerpo de Flora en unos pastizales de Las Heras. En su espalda, Molina dejó una inscripción que hablaba de celos y una supuesta relación con otro hombre.
El caso provocó fuerte repercusión en Mendoza. La ministra de Seguridad, Mercedes Rus, expresó su indignación en redes sociales: “Una víctima que no fue protegida”. Los informes técnicos que desaconsejaban las salidas transitorias mencionaban que Molina seguía negando su responsabilidad en el abuso a su hija y no mostraba empatía ni conciencia del daño causado.
Según la ley provincial, las salidas transitorias no pueden otorgarse a reincidentes ni a personas condenadas por delitos contra la integridad sexual. Pese a eso, la jueza Mirna Elisa Montaldi se las concedió. Ahora, Molina está nuevamente detenido, esta vez en el penal de Boulogne Sur Mer, y enfrenta una causa por femicidio, con pena de prisión perpetua.
El historial delictivo de Molina es extenso: fue condenado por homicidio en el año 2000, por robo agravado en 2003, amenazas agravadas en 2009 y amenazas simples en 2015. A pesar de todo, el sistema le permitió volver a matar.