

Por: info30.net
Estela Medina sobrevivió a una noche de horror gracias al coraje de su madre, Rosa Andrada, de 104 años, quien murió intentando salvarla. Su esposo, Hugo Zelaya, la atacó violentamente tras un intento de abuso, y ante su negativa, desató una brutal golpiza.
El hombre mordió, golpeó y dejó gravemente herida a Estela, mientras su madre, con demencia senil, intervino para defenderla. Zelaya volcó entonces su violencia contra la anciana, a quien mató a golpes. Estela logró escapar y pedir ayuda, aunque los vecinos no se animaron a intervenir por miedo.
Pese al crimen atroz, el agresor no fue a prisión: la legislación de Tucumán impide la prisión preventiva para personas mayores de 70 años, por lo que fue beneficiado con arresto domiciliario. La familia de Estela denunció que ella no puede volver a su casa y que el asesino permanece libre sin custodia policial.
El caso generó fuerte repudio por la falta de justicia y el desamparo de las víctimas en contextos de violencia de género.