Por: info30.net

Las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires estuvieron marcadas por un dato que sorprendió tanto como el resultado: apenas el 53,35% del padrón habilitado asistió a votar. Esta cifra representa el nivel de participación más bajo desde 1997, y profundiza la tendencia de apatía electoral que se viene repitiendo en otras provincias.

Con un promedio histórico de participación cercano al 74% en la ciudad, la caída fue notoria. En las generales de 2023, el 76,7% había concurrido a votar; en 2019, la cifra rozaba el 80%. Esta vez, solo 1,6 millones de personas emitieron su voto, rompiendo una estabilidad que venía sosteniéndose en los últimos años.

Los niveles de concurrencia fueron especialmente bajos en comunas como la 1 (40,91%), la 3 (46,68%) y la 8 (45,41%). La más alta fue la comuna 11, con un 62% de participación. Este fenómeno, según especialistas, responde a una creciente desafección con la política, alimentada por el descreimiento en los dirigentes y el rol del sistema democrático.

Esta tendencia no es exclusiva de la Ciudad: provincias como Salta, Jujuy, San Luis, Chaco y Santa Fe también reportaron cifras por debajo del 65% en sus elecciones. Si bien el voto es obligatorio en la Argentina, la realidad muestra que las legislativas, al no incluir cargos ejecutivos, suelen tener menor convocatoria.

Incluso figuras históricas como Mirtha Legrand anunciaron que no fueron a votar. Aunque está exenta por su edad, su ausencia se convirtió en un símbolo de estos tiempos, donde el desinterés cívico parece ganar terreno frente al compromiso democrático.