Por: Info360.net

La propuesta del gobierno de Javier Milei de privatizar la Vía Navegable Troncal (VNT) por 30 años, con posibilidad de extensión a 60, ha despertado fuertes reacciones en el sector fluvial. Desde el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) señalaron que la licitación otorga amplias prerrogativas a la empresa adjudicada, como la fijación de peajes y controles sin mediación estatal. Esta decisión impacta no solo a los armadores locales, sino también a las exportadoras que dependen de esta arteria fluvial.

El contrato, que administrará la hidrovía desde el río Paraná hasta el Río de la Plata, deja fuera recomendaciones de gremios y especialistas, según Cafym. Mientras, Jan de Nul, empresa belga que lideró la gestión entre 1994 y 2021, parece posicionarse como la principal candidata para retomar la concesión.

La licitación también excluye a competidores internacionales mediante estrictos requisitos técnicos y la prohibición de empresas estatales extranjeras. Desde el sector privado advierten que estas medidas favorecen a Jan de Nul, aunque representantes agropecuarios discrepan sobre el impacto real.

Por su parte, países como Paraguay expresaron inquietudes respecto a los nuevos peajes, especialmente en el tramo Santa Fe-Confluencia. La Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) promete analizar la propuesta en conjunto con actores afectados.

La privatización de la hidrovía, un canal estratégico para el comercio exterior, se presenta como un negocio atractivo para el sector privado, pero sus condiciones generan dudas sobre su impacto en la soberanía y el desarrollo económico de la región.