Por: Info 360

La pobreza en Argentina continúa en aumento, alcanzando al 52% de la población en el primer semestre de 2024, según un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA). El mismo documento también señala que el 17,9% de la población vive en la indigencia, reflejando el impacto de la crisis económica que atraviesa el país.

El informe, basado en los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), promedia los datos del primer y segundo trimestres del año. En el primer trimestre, 54,9% de los argentinos se encontraban bajo la línea de pobreza y 20,3% en indigencia. Para el segundo trimestre, estos números disminuyeron levemente a 49,4% y 15,9%, respectivamente.

Causas de la crisis:

Según Agustín Salvia, director del ODSA, la situación de pobreza no ha llegado a ser tan grave como en la crisis de 2001-2002, ya que aunque el desempleo ha aumentado, no ha alcanzado los niveles de aquel entonces, cuando superaba el 20%.

Los principales factores detrás de esta situación son la pérdida de empleo en el sector informal y las bajas remuneraciones en el sector privado formal. Salvia destacó que aproximadamente la mitad de los trabajadores registrados gana menos que el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que en julio de 2024 alcanzó los $900.648 y acumuló un aumento del 81,7% en el año.

Desigualdad entre sectores:

El informe también refleja una creciente desigualdad entre los distintos sectores laborales. Mientras que los trabajadores técnicos y profesionales han visto una recuperación parcial en sus salarios debido al aumento de sueldos en ramas dinámicas, los empleados de sectores como la industria, construcción, y trabajadores informales no han tenido el mismo nivel de ajuste. Esto ha provocado que gran parte de los trabajadores informales caigan en la indigencia y dependan en gran medida de programas sociales.

Salvia concluyó que, aunque algunos sectores han visto mejoras debido a la desaceleración de la inflación y ciertos aumentos salariales, los sectores más vulnerables continúan sufriendo los efectos de una economía en crisis, lo que agrava aún más la desigualdad en el país.