

Por: Info 360
En enero de 2023, la provincia de Buenos Aires enfrentó una grave sequía que afectó a 133 de sus 135 distritos, con más de 8 millones de hectáreas cultivadas en riesgo a nivel nacional. La prolongada influencia de La Niña (2020-2023) contribuyó a una escasez de lluvias sin precedentes en el norte de Buenos Aires, el Litoral y la provincia de Córdoba.
La sequía generó pérdidas millonarias para el sector agropecuario y la economía en general. Según estimaciones de la Sociedad Rural Argentina, la provincia de Buenos Aires cerrará el año con una disminución de 8.500 millones de dólares en comparación con 2022 debido a la caída en la producción agropecuaria.
A partir de junio, con el impacto de El Niño y la llegada de lluvias en el centro de la Cuenca del Plata, el panorama climático comenzó a cambiar. El mapa de la sequía correspondiente a octubre muestra un retroceso significativo de la sequía en la provincia de Buenos Aires y a nivel nacional.
Según el informe, la escasez de agua clasificada como severa se redujo a solo 8 municipios bonaerenses, aproximadamente 20 municipios experimentaron niveles moderados de sequía, y otros 20 salieron por completo de la situación. Aunque el centro del país aún presenta condiciones excepcionales de sequía, se observa una mejora generalizada.
A pesar de estas mejoras, el gobierno bonaerense decidió extender la declaración de emergencia agropecuaria hasta el 31 de enero de 2024 en 39 municipios, especialmente en la zona núcleo (noroeste de la provincia de Buenos Aires y alrededores).
A nivel nacional, se observa una mejora significativa de cara a las próximas cosechas. La cantidad de hectáreas cultivadas en zona de riesgo disminuyó de más de 8 millones a alrededor de 860 entre enero y septiembre, representando una baja del 89 por ciento. Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), proyectan un repunte en los rendimientos.