Por: Info360

El área en cuestión cuenta con un programa permanente conformado por un equipo interdisciplinario compuesto por psicólogas, trabajadoras sociales y abogadas.

Quienes requieran acompañamiento pueden acercarse de lunes a viernes de 9:00 a 13:00 a la oficina de la Dirección de Políticas de Género (DPG) ubicada en 7 n° 850 esquina 49, piso 1. Asimismo, funciona una sede móvil en cuatro puntos de atención los días lunes y martes de 9:00 a 13:30 horas.

La primera semana de cada mes las especialistas atienden en el Centro Cultural y Polideportivo Los Hornos, ubicado en 66 entre 152 y 153, y la segunda en el Centro Comunal Delegación Lisandro Olmos, situado en 44 entre 196 y 197.

Por su parte, la tercera y última semana de cada mes, el equipo móvil funciona en el Centro Comunal Delegación Villa Elvira de calle 82 entre 7 y 8, y en el Centro Comunal Altos de San Lorenzo de avenida 25 esquina 75, respectivamente.

“Mensualmente se realizan entre 1000 y 1300 intervenciones, entre abordajes, diligencias judiciales, asesoramientos, trámites de programas de ayuda económica y otras tareas”, explicó la titular del área, Ileana Cid.

Además, según fuentes comunales, se amplió el área de promoción comunitaria, triplicando la cantidad de capacitaciones y espacios de sensibilización en problemáticas de género en los diferentes barrios. 

Finalmente, el Municipio cuenta con distintas líneas de contacto: los teléfonos fijos (0221) 5128546/47 y (0221) 4254229, el número de WhatsApp (221) 5703537 y las casillas de correo electrónico [email protected] y capacitacionesgeneromlp@gmail.com.

A nivel nacional, también está disponible la Línea 144 de asesoramiento, información y contención, que trabaja las 24 horas los 365 días del año, y el 911 para casos de emergencia.

¿Qué es el “círculo de las violencias"?

Se trata de un concepto elaborado por la psicóloga estadounidense Lenore Walker que consta de tres fases: acumulación de tensión, explosión violenta y arrepentimiento o “luna de miel”. 

La primera de ellas es aquella en la que el agresor ejerce violencias que suelen ser invisibilizadas o “soportadas”. En ocasiones consisten en insultos, humillaciones, entre otras agresiones que intentan erróneamente considerarse “hecho aislados”.

La segunda consiste en el momento en el que la violencia “estalla” (suele ser cuando se busca ayuda) y la tercera es una etapa de reconciliación en la que la persona agresora hace promesas de cambio.

“Todas estas fases se repiten, el círculo se va cerrando y las violencias se dan con mayor frecuencia, constituyendo un riesgo a la salud integral de las mujeres si no se alcanza a salir”, explicó Cid, y subrayó que "el Ni Una Menos ayuda a cortar este círculo”.