Por: Info 360
La feroz agresión ocurrió en cuestión de segundos, durante los cuales la víctima no logró procesar todo lo que estaba sucediendo y ni siquiera llegó a divisar la patente de la moto del agresor.
Cuando la mujer estaba arriba de su vehículo a la altura de 7 y 520, un motociclista se puso a su lado y “la persiguió insultándola y diciendo que lo había encerrado”, comentó su marido a un oficial de la policía tras el inconveniente, para solucionar las cosas la mujer se disculpó con el motociclista, que se había bajado del vehículo, y en ese instante decidió lanzarle un objeto contundente al vidrio de la puerta trasera, se subió a la moto y huyó. El vidrio terminó destruyéndose por completo.
Según explicó, además de insultarla, cuando se bajó de la moto, el agresor violentó de una patada el espejo retrovisor del lado del conductor. Como no pudo romperlo por completo, la esperó en el semáforo donde se cruzan las dos avenidas para romperle el vidrio con la botella.
La mujer estaba yendo a trabajar a un jardín de infantes, como todos los días y todo sucedió inesperadamente. Tras el suceso, la víctima fue a buscar a su marido al trabajo en estado de shock. El único dato que se rescató fue que la moto en la que iba el agresor era de color azul y gris, aunque la patente no llegó a verla.