El descubrimiento tuvo lugar en los últimos días en los acantilados ubicados en la playa paradise, de la ciudad costera. Allí se encontraron restos de este animal prehistórico acorazado perteneciente a la fauna sudamericana de hace aproximadamente 3 millones de años.
El gliptodonte, denominado científicamente Plohophorus, podría ser considerado una especie autóctona ya que según se sabe tiene su origen en estas áreas y también ha evolucionado en nuestros territorios.
Por lo que han arrojado investigaciones paleontológicas a partir de los fósiles hallados, se estima que durante la era cenozoica estos armadillos alcanzaron su máxima dimensión. En el universo científico son considerados como parte de la “megafauna”, categoría integrada por aquellos que alcanzaron o superaron la tonelada de masa corporal.
Como se mencionó, la estructura del cuerpo del animal presentaba un sólido caparazón dorsal compuesto por placas fuertemente acopladas que le proporcionaban un mecanismo de defensa. Además, también poseía una cola acorazada que se articulaba con el cuerpo a través de “anillos caudales”.
El equipo de paleontólogos del Museo Scaglia encontró precisamente el tubo caudal y un anillo caudal en el lugar en el que previamente se habían recuperado restos del caparazón principal. Las labores de excavación se extendieron durante más de 6 horas debido a la complicada posición en que se encontraba el tubo.
“La feliz” ya había sido escenario de descubrimientos paleontológicos durante el año: a principios de mayo un equipo de profesionales dio con los restos de una especie de perezoso de enormes dimensiones que habitó el área hace 500.000 años.
Fuente: Crónica.