El Fondo Monetario Internacional (FMI) sostuvo que, si bien hay un renovado interés de inversores en la deuda argentina, el país continúa vulnerable debido a que las reservas internacionales se mantienen “relativamente bajas” y por debajo del 60% de lo necesario, según la métrica ARA. Esta situación limita la capacidad de enfrentar eventuales shocks externos o internos, advirtió el organismo.
En ese marco, el FMI explicó que cualquier flexibilización cambiaria será “cuidadosamente calibrada” y que la eliminación de restricciones, como las que pesan sobre pagos de dividendos y deuda comercial heredada, dependerá del ritmo en la reconstrucción de reservas y del cumplimiento de las metas pactadas.
El informe también destaca la necesidad de mantener una regulación prudente ante la posibilidad de flujos financieros volátiles de corto plazo. Además, señala que se están fortaleciendo los controles bancarios en un contexto de aumento de préstamos dudosos.
Otro punto relevante fue la mención a medidas que buscan incorporar al circuito formal dólares que hoy se mantienen fuera del sistema financiero. Según el Fondo, estas acciones deberán cumplir con estándares internacionales contra el lavado de dinero y la evasión.
Pese a la fragilidad macroeconómica, el organismo destaca que Argentina mantiene una posición de acreedor neto frente al mundo, gracias a los activos externos que poseen hogares y empresas, calculados en más de 200.000 millones de dólares.