Kicillof, Massa y Máximo sellan una unidad frágil para enfrentar a Milei en Buenos Aires

Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner protagonizaron este lunes una reunión clave en la Gobernación bonaerense para definir la estrategia del peronismo en las elecciones legislativas del 7 de septiembre. A menos de 24 horas del cierre del plazo para inscribir alianzas, los líderes decidieron encarar personalmente el armado del frente de unidad.

Aunque la foto conjunta refleja una voluntad de cohesión, el trasfondo es más complejo. Las negociaciones están atravesadas por disputas por poder, lugares en las listas y el temor a una derrota frente al crecimiento de La Libertad Avanza en la provincia. “No hay épica, hay urgencia”, resumió un funcionario cercano al gobernador.

El reparto de candidaturas en la primera y tercera sección electoral, donde se concentra la mayor parte del electorado bonaerense, es el punto más tenso. Para destrabar los acuerdos, se conformó una mesa de cinco dirigentes que representa a los distintos sectores del espacio.

Durante la cumbre también se acordó un discurso común contra las políticas del Gobierno nacional. La caída del consumo, los despidos, el recorte de fondos a las provincias y la disolución de Vialidad Nacional fueron señalados como los principales ejes para confrontar con Milei y sus aliados.

Aun así, los cortocircuitos internos no están resueltos y hay consenso en que la unidad lograda será transitoria. Con un peronismo nacional fragmentado, Buenos Aires aparece como el último bastión para sostener una expresión política común. Pero todos saben que, gane o pierda, el día después será terreno de nuevas disputas.