A pocas horas de la sesión en la que se decidirán las autoridades de la Cámara de Diputados para 2025, el Gobierno presiona para garantizar la reelección de Martín Menem. Desde Casa Rosada advirtieron que cualquier negativa por parte de la oposición podría considerarse un "golpe institucional". El oficialismo sostiene que la presidencia de la Cámara corresponde al bloque gobernante como parte de la línea de sucesión.
En Unión por la Patria (UP), el bloque mayoritario, se debate internamente si respaldar la continuidad de Menem o abstenerse, dado el incumplimiento de acuerdos previos por parte del libertario. A pesar de las tensiones, fuentes del espacio ven probable que se mantenga la postura institucionalista y que Menem conserve el cargo.
Por su parte, las vicepresidencias están en disputa. UP podría retener la primera, mientras que el PRO planea proponer nuevamente a Silvia Lospennato para la segunda. La tercera vicepresidencia genera una contienda entre el radicalismo, que apoya a Julio Cobos, y Encuentro Federal, que impulsa a Nicolás Massot.
El Ejecutivo también evalúa convocar a sesiones extraordinarias, pero la decisión parece supeditada al resultado de esta elección. Entre las prioridades legislativas libertarias se incluyen reformas como la eliminación de las PASO y la privatización de Aerolíneas Argentinas, mientras el Presupuesto 2025 y Ficha Limpia quedan en suspenso por falta de consenso.
La votación se llevará a cabo este miércoles a las 14 horas, y se espera que sea un termómetro del escenario político. La cantidad de abstenciones y los acuerdos interbloques serán claves para definir la continuidad de Menem y el futuro de la Cámara Baja.