En un operativo que incluyó 21 allanamientos en Buenos Aires y Santa Fe, la Justicia argentina desmanteló una red dedicada a la explotación de mujeres gestantes y la comercialización de bebés. La organización, acusada de "turismo gestante", captaba mujeres vulnerables, a quienes les pagaban hasta 10 mil dólares para gestar bebés que luego eran vendidos a parejas extranjeras por sumas que rondaban los 50 mil dólares.
El caso comenzó a investigarse a partir de una denuncia desde Alemania, donde una bebé argentina fue hospitalizada con graves problemas de salud en enero de este año. La menor estaba acompañada por una mujer de 58 años que no cumplía con los requisitos necesarios para su cuidado, lo que encendió las alarmas y dio pie a la intervención judicial.
Las investigaciones revelaron que la red utilizaba métodos sofisticados para contactar a las mujeres a través de redes sociales, aprovechando su situación económica y social. Durante el embarazo, las gestantes recibían un pago mensual y, en algunos casos, un adicional si el parto se realizaba por cesárea. Sin embargo, las empresas involucradas se negaban a realizar pagos completos si el embarazo era interrumpido.
A través de clínicas privadas, escribanías y estudios jurídicos, la red ofrecía un "paquete" que incluía la selección de la mujer gestante, los tratamientos médicos, el seguimiento del embarazo y la inscripción del bebé en el registro civil, todo sin pasar por los controles judiciales necesarios. Hasta ahora, se han identificado 147 casos sospechosos, con al menos 49 vinculados directamente a ciudadanos extranjeros.
La fiscalía federal y la PROTEX continúan la investigación, que ya apunta a la participación de agencias y profesionales de salud locales e internacionales en lo que consideran un grave delito contra los derechos humanos.