Comenzó la atención integral a personas en situación de calle

A través de un trabajo en conjunto con las tareas se despliegan a diario, adaptándose a cada situación. En este sentido, si los operadores dan con menores de edad en vulnerabilidad, articulan con el área de Niñez. De igual modo, entra en acción el SAME en caso de urgencias médicas, y lo mismo ocurre con las demás dependencias municipales. Las comidas que se ofrecen tanto en los paradores como en la vía pública son variadas, están planificadas nutricionalmente e incluyen carnes y vegetales. Además, los agentes brindan agua, infusiones como té, mate cocido y café con leche, frazadas, bolsas de dormir y elementos de higiene.

“A través de todos los medios posibles, intentamos que las personas que ingresan a los paradores puedan salir de esa situación”, sostuvo al respecto el secretario de Desarrollo de la Comunidad, Nelson Marino. En este marco, a quienes solicitan asistencia también se los ayuda en la búsqueda de su familia de ser necesario, se los asesora en la elaboración de CV para que puedan insertarse en el mercado laboral y se les informa sobre aspectos vinculados al acceso a obras sociales y jubilaciones.

Los puntos a recorrer se encuentran identificados y geolocalizados de forma precisa y el material a repartir es previamente preparado y organizado en 10 entre 49 y 50. A su vez, el mapa se va actualizando a partir de las denuncias que los vecinos hacen a través del 2216099407, que brinda atención las 24 horas del día.

Desde la base operativa parten diariamente seis móviles, cada uno con su recorrido específico. Según se informó desde la Comuna, los puntos de visita están concentrados mayoritariamente en el Casco Urbano (incluidos parques y plazas), inmediaciones de Meridiano V y las localidades de Los Hornos y Tolosa.

Puede ingresar a los paradores cualquier persona mayor de 18 años que no sea propietaria de vivienda única ni tenga recursos económicos, como subsidios o planes destinados a garantizar el pago del espacio físico de alojamiento.

La estadía máxima es determinada por el equipo técnico de la Comuna, que también controla que no se ingresen objetos de valor ni personas alcoholizadas o con su voluntad viciada, en situación de violencia o adicción.