La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada de viernes por amplia mayoría y giró al Senado el proyecto de ley que avala el Acuerdo de Facilidades Extendidas entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional.
El proyecto contó con el respaldo de 202 legisladores, mientras otros 37 votaron por la negativa y 13 se inclinaron por la abstención.
La mayoría de los diputados del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, el interbloque Federal y Provincias Unidas aportaron sus votos para llegar a ese número, en tanto que la izquierda y los libertarios estuvieron entre los 37 que lo hicieron en contra.
La sesión, que se inició pasadas las 14 del jueves con la presencia de 129 diputados en el recinto y cuyo desarrollo no fue alterado por los incidentes generados fuera del Congreso por un grupo de manifestantes, se extendió por más de 13 horas y duró hasta las 3.45 de la madrugada de este viernes.
El acuerdo sobre el texto fue el fruto de varias reuniones desarrolladas durante toda la jornada entre representantes del oficialismo y de otros bloques opositores.
El dictamen obtuvo el respaldo de casi 80 firmas de integrantes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas, a partir de los avales del Frente de Todos, Juntos por el Cambio, el interbloque Federal y Provincias Unidas.
En la primera exposición, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller (Frente de Todos), aseguró que "este gobierno, por sus principios, jamás hubiera recurrido al FMI sino que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar" con el organismo internacional.
Heller sostuvo que en el acuerdo "no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han primado en otros entendimientos" aunque dijo que "no hay nada que festejar".
Entre las primeras exposiciones, la diputada nacional por el Frente de Todos de la provincia de Buenos Aires, Alicia Aparicio, dijo que “no hay nada que festejar” y agregó: "Hoy no habrá ganadores”.
La legisladora elogió la decisión del presidente Alberto Fernández de enviar el acuerdo al Congreso porque “le devuelve al Poder Legislativo su facultad en la materia y otorga mayor institucionalidad” y aseguró que “este acuerdo es el único posible ante las circunstancias que hoy vive la Argentina”.
Los principales referentes de Juntos por el Cambio expresaron los respaldos de sus bancadas al proyecto de Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, al tiempo que cuestionaron al Frente de Todos por su falta de cohesión para aprobar la iniciativa y por el programa económico que presentó para cumplir con los objetivos.
El titular de la bancada radical, Mario Raúl Negri, remarcó, dirigiéndose al Frente de Todos: "Tengan la tranquilidad, nosotros no estamos para cogobernar, nosotros no estamos para ser una rueda de auxilio todos los días. Nosotros venimos y acompañamos cuando lo que esta en peligro, es la gente, de lo otro se harán cargo ustedes como Gobierno".
"Nosotros estamos acá para ayudar al país. No para cogobernar con el oficialismo. Porque miren este recinto: hay zonas bastante raleadas en este recinto. Hay fractura política en el Frente de Todos. Si no fuera por Juntos por el Cambio hoy se festejaría otro default, otra tragedia para los argentinos", añadió.
Por último, enfatizó: "Ya vendrá un gobierno más responsable con una sociedad con más conciencia para resolver lo que ustedes dejaron".
Por el PRO, su jefe parlamentario Luciano Laspina remarcó: "Votamos esto porque no queremos integrar el club de países en default; ya que es una irresponsabilidad asumir un Gobierno y plantearse en una situación como esta en una posición de estudiantina".
"Nosotros no podemos hacer nada para que el gobierno no implemente su política económica, ni aunque votemos hoy en contra", aclaró.
Para el diputado santafesino del PRO, "la deuda es hija del déficit, cuando llego este gobierno" y "en este Parlamento se legisló durante años como si el Estado tuviese bolsillo de payaso".
Por su parte, el presidente del bloque de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, apuntó: "No estamos incómodos por tener que votar esta ley, somos responsables y somos el espacio que ganó la elección del año pasado. Creo que hay que adoptar una posición adulta y seria".
"El acreedor de este crédito es el organismo más grande del mundo, nosotros no ponemos las condiciones. No creemos que tengamos que quedarnos fuera del sistema de Naciones Unidas; no fue el Fondo el que preparó una bomba, fuimos todos", agregó.
La histórica jornada de debate parlamentario en torno al entendimiento con el FMI tuvo su resistencia en las calles, donde desde horas de la mañana diferentes agrupaciones de izquierda se manifestaron con cortes de calle, consignas contra el organismo e incluso quemaron figuras pintadas con la bandera de Estados Unidos en la vía pública.
En ese marco, en las inmediaciones del Congreso se vivieron escenas de alta tensión, cuyas imágenes remitieron inequívocamente a aquellas sesiones en diciembre de 2017 donde se discutía la reforma jubilatoria: decenas de personas rompieron las veredas y arrojaron una gran cantidad de piedras contra el edificio, provocando severos destrozos en ventanas de despachos y la fachada.
Además, fueron incendiados contenedores de basura y neumáticos en mitad de la calle, ante una llamativa ausencia policial.
Los efectivos se hicieron presentes varios minutos después, cuando ya no había demasiada labor preventiva por realizar. Allí, los violentos comenzaron a dirigir las piedras y palos contra la Policía de la Ciudad, que inicialmente evitó una represión feroz y buscó avanzar en bloque hasta desplazar la concentración.
Sin embargo, ante la persistencia de los manifestantes en la confrontación luego se observaron balazos de goma y persecuciones, registrando varios detenidos. En tanto, numerosas organizaciones continuaron con su manifestación contra el acuerdo en las inmediaciones del Congreso sin participar de las escenas de violencia.
Los legisladores manifestaron su preocupación y repudio a través de las redes sociales, medios de comunicación e incluso en sus intervenciones en el recinto a medida que transcurría el debate.