Afortunadamente la desesperada búsqueda de Gastón Márquez terminó de la mejor manera para el joven platense y su familia, aunque el caso continúa rodeado de un halo de misterio del cual aún quedan muchas más preguntas que respuestas.
Luego de reportar su desaparición el viernes de la semana pasada y de hallar su automóvil descartado a un costado de la Ruta 36 en las cercanías de la rotonda de 520, las hipótesis preveían un mal desenlace.
Sin embargo, este domingo el caso dio un giro rotundo tras ser hallado con vida, sano y salvo en la región de Zárate y Campana, en el noreste de la provincia a unos 150 kilómetros de La Plata y cerca del límite con la provincia litoral de Entre Ríos.
Márquez fue encontrado caminando en las cercanías de la región urbana, descalzo y desorientado, lo cual -a pesar de la buena noticia- no dejaba de alarmar a los investigadores.
En este sentido, las indagaciones pasaron de centrarse en la búsqueda del paradero a desentrañar un llamativo caso de secuestro y cautiverio.
Es que el joven denunció haber sido raptado en la zona rural de La Plata, tras lo cual fue trasladado a un lugar cuya ubicación desconocía y fue mantenido cautivo desde el viernes hasta el domingo en un cuarto. Afortunadamente, encontró la manera de escapar del lugar, tras lo cual se dispuso a alejarse a pie, momento en que fue encontrado.
Por lo pronto, una de las hipótesis que se baraja es la de un robo, por haberlo encontrado sin calzado. Pero esto no explicaría por qué el auto fue abandonado a la ruta, ni mucho menos por qué razón fue secuestrado, trasladado más de 100 kilómetros y mantenido privado de su libertad.
Del hecho, todavía resta esclarecer quiénes fueron los autores así como cuál fue el móvil y qué objetivo perseguían con su accionar. Sin lugar a dudas no se trata de un caso simple, y por el momento predominan más las incógnitas que las precisiones, en un caso que no deja de conmocionar aún luego de haber tenido un desenlace feliz.